El escándalo en torno a las amenazas de bombardeos a Siria apagó del todo el curioso vuelco en la postura de la administración estadounidense, con respecto al futuro de Afganistán. Ya en verano, Washington amenazó al intransigente Hamid Karzai con la “variante cero”, léase la retirada total de las tropas de la coalición occidental del país. Pero, a principios de septiembre, el concepto mismo de “evacuación de tropas”, con respecto a Afganistán, fue considerado “un término incorrecto”. El general estadounidense Mark Milley, subjefe de las tropas de la coalición occidental en ese país enmendó la terminología. En entrevista para la revista Stars and Stripes explicó: “El presente mandato de la OTAN expira el 31 de diciembre de 2014, pero a continuación viene otra misión denominada Resolute Support, cuya planificación está en marcha”. Y a reglón seguido precisó: “No tenemos indicaciones algunas con respecto a la retirada completa de tropas. Nos disponemos tan solo a cambiar de tarea, a reducir la cantidad de tropas y la envergadura de las operaciones”. La fecha estimativa del “aplazamiento” fue anunciada en entrevista al The Guardian de Gran Bretaña por el jefe de las KFOR, el también general estadounidense Joseph Dunford. A su juicio, las estructuras armadas afganas van a necesitar unos cinco años más de la ayuda militar extranjera. 
Pero, ¿qué significa “cambiar de tarea”? El general Milley explicó que, las fuerzas restantes de la coalición van a abastecer al ejército afgano de información limitada de Inteligencia y, del apoyo de la aviación táctica, debido a que los afganos “no contarán con tal posibilidad unos cuantos años más”. 
Lo de la aviación está claro. Pero, lo de la Inteligencia, con seguridad que no se limitará a fotografías de los drones y a datos captados por los radares. Es más, existe la opinión de que las bases que quedan serán centros de dirección de vastas redes de agentes, creadas en diez años, por los servicios secretos de casi todos los países que han participado en la campaña afgana. Actividades de tal naturaleza necesitan realmente de pocos especialistas. Al día de hoy han manifestado el deseo de abandonar Afganistán un contingente reducido, Alemania, Italia y Turquía. Alemania, como se sabe, responde de la situación en el norte del país, Italia, en el occidente. El periodista italiano Manlio Dinucci escribía, ya en 2010 que, la CIA está desplegando en el país la actividad de todo “un ejército clandestino”, que tiene por tarea no solo recoger informaciones, sino que además, realizar acciones de combate. Es muy posible que un trabajo similar desplieguen en sus zonas de responsabilidad los servicios secretos de Alemania y de Italia. En cualquier caso, en las estructuras armadas afganas, los asesores alemanes e italianos han sido siempre criticados por su afán de preparar efectivos cualificados para el cumplimiento de tareas especiales, en detrimento, por ejemplo, del entrenamiento masivo de policías rasos. 
De esta manera será resuelto el problema principal de la guerra antiguerrillas, en la que, en la búsqueda y el exterminio del enemigo se gastan recursos considerables humanos y materiales. Cuando en 2015 salgan de sus refugios seguros los jefes de campo talibanes, para los “profesionales” de la CIA, del BND y del SISNI no será difícil no solo vigilarlos, sino que además exterminar por su cuenta a los “intransigentes”. La práctica de tales acciones ha sido ya ensayada durante las redadas conjuntas de las fuerzas afganas y occidentales de operaciones especiales. En el caso de que funcione esta estrategia, los jefes de campo sufrirán en carne propia los métodos que ellos mismos aplicaran en sus días. 
En julio, funcionarios de EEUU anunciaron que la CIA planea reducir, en los próximos dos años, la cantidad de sus bases secretas en Afganistán, de las diez que tiene ahora a seis, dejando intocable el centro en Kabul, uno de los mayores en el mundo. Centros similares dejará Alemania e Italia. Los agentes regresarán a su trabajo directo, la dirección, y millares de afganos van a cumplir el trabajo de cientos de miles de soldados de la coalición. Con gastos incomparablemente menores y, lo más probable, con una mayor eficacia. 

Fuente:http://spanish.ruvr.ru/2013_09_09/Afganistan-Occidente-talibanes-amenaza/

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